Regresados sanos y salvos de Canyelles, más allá del Ebro, desde
Canyelles y después de más de 700 km henos aquí dispuestos a tratar de
contar lo que en canyelles aconteció. Salimos a las 4 30 del Sábado y
en un pis pas nos plantamos clavaos a las 8 am en la localidad de
Canyelles. Nada hacia presagiar lo que allí estaba apunto de acontecer.
En apenas 500 metros cuadrados se darían cita más de 40 coleccionistas
de todas partes del pais, cantabria, cadiz, barcelona, tarragona,
castellon, valencia, alicante... con un calculo aproximado de unas 3000
muestras minerales diferentes y únicas. Un espetáculo sin igual. A las 9
horas puntuales los operarios comenzaron a instalar las mesas que nos
servirían para el intercambio y que nos ahorraron un buen faenon de
tener que haber llevado las nuestras propias. Ayudados por todo un
ejercito piedricola en cuestión de 17 minutos todo estaba listo y los
primeros intercambios ya se estaban produciendo a la velocidad del rayo,
aunque muchos de ellos fueran simplemente de palabras, por supuesto
amables y de reencuentro.
El sol se hizo notar y el viento salvo
algún amago sin importancia dejó que la jornada se alargase hasta
pasadas las 2 30. Más de 40 minerales intercambiados y buena parte de
muestras tanto de piritas como de aragonitos han volado de nuestras
manos para formar parte de varias colecciones particulares. Todo un
trasiego de piedras sin ningún percance y disfrute máximo huyendo de
cualquier tipo de transacción económica como mandan los cánones del
auténtico espíritu mineralogista colaborador y solidario.
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