"No hay palada buena sin palada mala"
No
voy a traducirlo ni interpretarlo pues creo que es más valioso que lo
haga cada uno y lo amolde a su momento vital. Pero todo esto lleva a una
de esas "paladas malas" que tarde o temprano llegan y que de alguna
manera te hacen aprender, observar y siempre siempre disfrutar. Casi
siempre se muestran ya no las experiencias buenas, se muestran las
fabulosas, las maravillas rescatadas tras arduas horas bajo tierra, hoy y
en espeleomina no, una cantera de arcilla como tantas otras, en la
Comunidad Valenciana, arcilla que suele deparar sorpresas de todo
tipo... cuarzos, aragonitos, pirita...
Entre
gestalgar y bugarra hay dos explotaciones a cielo abierto dedicadas a
la extracción de arcilla, mucho de este material es procesado en una
fábrica de tejas y ladrillos cercana, la cual es propietaria de la
explotación minera. Realmente la zona está salpicada por infinidad de
pequeñas excavaciones casi todas ellas de origen ilegal y que hoy están
en deshuso y abandonadas.
Pese
a que se trata de una zona minerológicamente interesante y donde las
cristalizaciones del cuarzo son abundantes supusimos que este tipo de
canteras no serían una excepción y con la esperanza ya no de poder
obtener unos jacintos de compostela, por lo menos diferentes a los
conocidos, además poder observar variedad de estratos y momentos
diferentes en su génesis. Es posible que resultara demasiado ambicioso
para una salida dominguera de las de pensat y fet, pero allá que fuimos y
pese a volver con mucho sol en el cogote y pocas piedras en la mochila
solo puedo acabar por decir que todo este sindios de canteras
abandonadas han formado un paisaje por lo menos interesante destacando
una localización de esas que uno mismo de poder, se la reservaria para
acabar de archivar la colección cuando las piernas aguanten menos y el
bastón más.
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